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¿Fábrica de comodines?

Vladimir Dietrich · October 30, 2020 ·4 min read

La película Joker es una caja de Pandora.

La casa desordenada. El papel pisoteado y mojado. La ciudad sin recoger su basura.

Este "diseño" entra en la mente del protagonista.

Asociar el desorden externo con el desorden interno es un fenómeno descrito en otras situaciones.

"Mujeres que corren con lobos" cita el razonamiento contrario: arreglar la casa, arregla la mente.

Quien ya ha pasado por una obra grande muchas veces relata poder sentir la desorganización, la falta de estructura, la falta de finalización, cuando por tiempo largo, "entrar para los huesos".

¿Y entonces?

Muchas cosas vienen de ahí.

¿Será que una ciudad externamente más organizada no "organiza" con más eficiencia el interior de las personas que viven sus rutinas en ella?

La película Joker retrata lo opuesto a una ciudad bella: retrata una ciudad típica de la crisis por la que pasó EE. UU. entre los años 50 y 90, con incendios, basura, protestas, panfletos pisoteados en la lluvia y, claro, su espejo interno humano, la violencia también creciente.

La práctica llamada de "ventanas rotas" usó la teoría de la ciudad sucia como incentivadora del crimen y, usando su antídoto más inmediato, buscó organizar la ciudad en los menores detalles. Junto con otras tácticas, la paz efectivamente volvió - quizás no por coincidencia con la belleza exterior - en EE. UU. entre 92 y 99, cuando la violencia volvió a descender a los niveles actuales, y las ciudades volvieron a ser más bellas que mal cuidadas, en promedio. Hay hipótesis que dicen que esto es solo coincidencia, pero varias también dicen que hay causa y efecto en esta relación.

Hoy, películas como Blade Runner, Mad Max, Joker, volvieron a ser ficción distante de la realidad. Realidad que no era tan distante en la época que inspiró, no por coincidencia, tantas obras con finales desesperanzadores.

Los productores de Joker supieron muy bien usar lo externo y lo interno como "un desastre solo".

La película es una lección, en formato de cine, sobre la influencia, o la manera de ver, del propio diseño, de la manera de desorganizarse, externa, con la mente desajustándose en sintonía con los desajustes externos. Tanto que en la película Joker es la población como un todo, no solamente el joker, afectados por el odio, urgiendo protestas.

La suciedad viene de fuera para dentro. La basura, la lluvia mojando la ropa vieja, el desamor. Entran para dentro de las personas.

Es una película como una grande y larga obra: para tener estómago para acompañar de cerca.

El deseo - tanto en largas obras como en películas como joker - es de limpiar todo, arreglar todo. "Poner todo en orden".

Es una urgencia que viene de nuestro interior: pieza por pieza, despacito, recoger la ropa sucia. Lavar. Extender, secar. Lijar las paredes. Pintar. Desinfectar todo el piso, todos los armarios. Tirar todo lo que resta quebrado sin arreglo. Limpiar, quitar todo el polvo. Cambiar la puerta. Las ventanas. Ser amoroso con los vecinos. Lentamente, uno a uno. Poner una cocina bien limpia para funcionar. Cocinar un arroz con frijoles y zanahoria. Dejar el olor de familia invadir, con suavidad, el edificio.

¿Pero y la ciudad?

Si un apartamento ya es enorme, ¿y una ciudad entonces?

Tengo este recelo sobre algunas ciudades o países: ¿cuántas ciudades o regiones aún más sirven de escenario para una película como joker, que para turistas admirados tirando foto de la belleza de sus aceras, plantas y diseño?

La película me refuerza una sospecha que ya era bien lógica:

Alimentamos "jokers", cuando desorganizamos.

Aunque no lleguemos a extremos, medio joker ya puede causar gran dolor.

¿Cómo podemos pintar, amar, calmadamente organizar, lentamente añadir diseño, en todas, en cada, región y ciudad?

Estaríamos alimentando "mariposas", en vez de "jokers", en cada transeúnte.

Mariposas es bien cliché, cuando quiero referirme al opuesto de "jokers", como el joker retratado en la película.

Dé el nombre que quiera. Es posible que incentivemos mentes más organizadas, más bonitas, más tranquilas, de fuera para dentro, si conseguimos tener regiones más bonitas, bien cuidadas, con personas más cariñosas que mal humoradas.

Además, cariño y belleza probablemente serían un círculo virtuoso, uno alimentando al otro, de manera cíclica.

Para dejar de teorías muy abstractas, es posible dejar una cuestión puramente práctica:

¿Cómo sería la ciudad opuesta a "Gotham City" que alimenta jokers? En detalles.